Las láminas de protección solar son unas finísimas películas que se adhieren a los cristales y filtran la luz natural y los rayos UV. Rechazan hasta un 85% de calor, evitando reflejos y deslumbramientos sin sacrificar la transparencia del cristal.
Contribuyen al aislamiento térmico en cualquier época del año, aportando confort y generando una notable eficiencia y ahorro energético. Se aplican sin obras ni molestias, son prácticamente invisibles y protegen muebles y materiales de degradación y envejecimiento.
Gracias a los componentes bajo-emisivos de las láminas de control y protección solar conseguiremos reducir las fugas de calor en invierno y de aire acondicionado en verano, transformando el conjunto vidrio/lámina en un nuevo producto realmente eficiente.